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Salmo 121 - Mi Socorro Viene de Jehová

Autor: Carlos Sincuir
Creado: 19/03/2025
Referencia: Salmos 121
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Categorías:
Antiguo Testamento Salmos
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Contenido

Devocional: "Mi Socorro Viene de Jehová"

Texto base: Salmo 121 (Reina-Valera 1960)

Versículo clave:
"Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra." (Salmo 121:2)

Reflexión:

Imagina por un momento estar en el desierto de Parán, un lugar árido y solitario, donde el sol quema de día y la noche trae un frío cortante. Allí estaba David, un hombre que había perdido a Samuel, su último amigo influyente, su guía terrenal. En ese instante de vulnerabilidad, cuando el mundo parecía cerrarse a su alrededor, David levantó sus ojos a los montes y se hizo una pregunta que todos hemos enfrentado alguna vez: "¿De dónde vendrá mi socorro?".

Su respuesta no vino de ejércitos, ni de alianzas humanas, ni de sus propias fuerzas. David miró más allá de los montes y encontró su esperanza en Jehová, el Creador de todo lo visible e invisible. Este Salmo 121 no es solo un canto de fe; es un testimonio vivo de alguien que, en medio de la pérdida y la incertidumbre, descubrió que Dios nunca duerme, nunca se aparta, nunca falla.

Cada versículo del salmo nos recuerda quién es nuestro Guardador:

  • No dará tu pie al resbaladero (v. 3): En los caminos difíciles, Él nos sostiene.
  • El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche (v. 6): Bajo toda circunstancia, Él nos protege.
  • Jehová guardará tu salida y tu entrada (v. 8): Desde este momento y para siempre, Él camina contigo.

David escribió estas palabras desde un lugar de dolor, pero también de profunda confianza. Y hoy, miles de años después, este salmo sigue siendo un refugio para quienes se sienten solos, agotados o sin respuestas. Cuando todo lo demás falla, Jehová sigue siendo nuestro socorro, nuestra sombra, nuestro guardador eterno.


Aplicación personal:

Piensa en un momento en tu vida en que te hayas sentido como David: perdido, sin apoyo o enfrentando una enfermedad personal. ¿A dónde miraste por ayuda? El Salmo 121 nos invita a alzar los ojos más allá de nuestras circunstancias y fijarlos en el Señor. Yo pasé por un momento así cuando sufrí un infarto y me encontré acostado en una sala de operaciones, mientras los médicos trabajaban para destapar dos arterias bloqueadas. En esa hora de incertidumbre, sin saber qué hacer, al único que pude acudir fue a mi Dios. Y Él me sostuvo, me ayudó a superar la prueba, porque Él siempre está atento a cada paso y situación que atravesamos en nuestras vidas.


Oración:

"Señor, gracias porque eres mi fiel guardador, en los días de prueba y en las noches de incertidumbre, ayúdame a levantar mis ojos hacia Ti, sabiendo que mi socorro viene de quien creó los cielos y la tierra. Guárdame de todo mal, sostén mis pasos y cubre mi vida con Tu presencia. En el nombre de Jesús, amén."


Pregunta para meditar:
¿En qué área de tu vida necesitas recordar hoy que Jehová es tu guardador?

 

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